El parque edificatorio español es antiguo y poco eficiente. En España existen más de 5 millones de viviendas con más de 50 años de antigüedad, casi el 10% de los edificios españoles se encuentran en un estado de conservación ruinoso, malo o deficiente y sólo el 5% se construyeron con criterios de ahorro de energía. Se calcula que 9 millones de viviendas en España requieren de una rehabilitación energética.
Si se analiza la calidad de los edificios existentes a partir de su calificación energética, se observa que más del 81,0 % de los edificios existentes se sitúa en las letras E, F o G, en términos de emisiones (es decir, una mala calificación), aumentando dicho porcentaje hasta el 84,5 % de los edificios en el caso del consumo energético, lo que pone de manifiesto el importante potencial de la rehabilitación energética.
A ello se suma que más de un 75 % de los edificios residenciales no son accesibles y, del total de edificios residenciales que tienen 4 plantas o más, alrededor de un 40 % no dispone de ascensor.
Sus características, estado de conservación y antigüedad requieren su rehabilitación estructural, funcional y energética.